jueves, 10 de diciembre de 2009

El Barça dio otra lección

UEFA CHAMPIONS LEAGUE

MADRID -- El Barça cumplió con el objetivo de alcanzar los octavos de final de la Liga de Campeones, y lo hizo al vencer al Dinamo de Kiev (2-1) gracias a un gran gol de Messi, de tiro libre, en los últimos minutos del choque, aunque el argentino debió abandonar después el campo golpeado tras una entrada.

De transitar peligrosamente en la jornada anterior, ya que el Barcelona podría haber quedado eliminado con una sucesión de resultados, finalmente el equipo catalán dio dos golpes de autoridad, primero contra el Inter (2-0) y posteriormente en el campo del Dinamo de Kiev, que le han permitido concluir la fase de grupos en la primera posición.

El partido empezó de la peor manera para el Barcelona, ya que en la primera aproximación del Dinamo, antes de que se cumpliera el minuto 1, Piqué paró a Yarmolenko con una falta en la frontal. El lanzamiento durísimo lo desvió ligeramente Milevskiy y sorprendentemente Valdés, que detuvo la pelota en el suelo, la introdujo después en el arco.

Un gol que recordó el primer tanto que Arconada encajó en la final de la Eurocopa de Francia de 1984, en la que España perdió por 2-0, cuando el vasco atrapó la pelota tras una falta directa de Platini, pero al mover el cuerpo perdió el control en el suelo e introdujo el esférico en la portería (1-0).

Messi pudo haber empatado el partido en el minuto 13 cuando Shovkovskiy realizó un defectuoso saque de puerta y la pelota cayó en los dominios del argentino, pero a pesar de quedar en una posición franca, con dos defensores marcándole de cerca, disparó raso y mal contra la meta ucraniana.

El Barcelona se hizo con el control del partido, tocó y tocó el balón hasta marear a su rival, aunque el Dinamo con una buena contención atrás impidió que las acciones del Barcelona se tradujeran en claras opciones de gol.

Debido a este bloqueo hasta las tres cuartas partes del campo, el Barcelona lo intentó desde lejos, con dos disparos para probar el nivel de atención de veterano Shovkovskiy. En el 21, un fuerte disparo de Alves lo repelió el arquero, y el rechace cayó a los pies de Ibrahimovic, que envió el balón al lateral de la red. Pocos minuto después, el ariete del Barça lo intentó también desde la media distancia aunque esta vez Shovkovskiy respondió con acierto.

En una de las acciones colectivas del Barcelona, el conjunto que entrena Josep Guardiola volvió a exhibirse, y tras un pase a la banda de Messi, Abidal envió el balón al centro del área pequeña donde apareció Xavi para empujarlo al fondo de las mallas (1-1), gol con el que el catalán también celebró su partido 100 en la Liga de Campeones, después de debutar en el 1998 en el campo del Manchester United.

Con el 1-1, al Dinamo, que no había tenido la pelota casi en toda la primera parte, le entraron más dudas y vio peligrar la ventaja con la que se encontró en el minuto 2, hasta que en la última acción todo pudo haber cambiando cuando Piqué cortó con la mano un contragolpe contra la meta barcelonista que tenía muy mala pinta para los intereses azulgranas.

El Dinamo, que con el gol del Barça necesitaba tres tantos más para hacerse con la clasificación para octavos, salió con la misma decisión en el arranque de la segunda parte, con el intento de sorprender al Barcelona. Así, intentó un rápido contragolpe que Alves abortó con una gran acción.

A partir del minuto 50, el Barcelona se reencontró con su fútbol y sosegó un partido que minutos antes el Dinamo había agitado con algunas aproximaciones sin acierto, a pesar de que en el 53 un nuevo lanzamiento de falta de Shevchenko encontró la cabeza de Almeida, quien no estuvo muy certero.

Abidal, en el 67, volvió a desbaratar una clara acción del Dinamo, que intentó acciones directas y rápidas en la primera opción que se le presentaba ante el dominio absoluta del Barcelona, que hasta ese instante tenía el balón pero no combinaba con acierto en el área rival, de ahí que en alguna acción Messi se atreviese a romper el ritmo, como en el 73, con un eslalon que acabó con un disparo flojo en la frontal.

Más acertado estuvo el argentino en el minuto 86, cuando en una falta directa colocó el balón en la escuadra y logró el segundo gol de su equipo. Messi volvió a tener otra acción de marcar pero conectó mal el balón cuando se encontraba sólo ante el arquero.

En la última ocasión de gol del partido, Messi obtuvo una falta en la frontal del área, en la que Ibrahimovic lanzó un misil, que rechazó el portero, entre las manos y la cara. En la acción anterior, Messi abandonó el campo cojeando. (www.espndeportes.com)