Los discípulos del Vasco Aguirre salieron al césped del Soccer City de Johannesburgo empeñados en desmentir la creencia de que la sede nunca pierde en los choques de apertura
La Virgen de Guadalupe salvó a México de un tropiezo memorable en el partido inaugural de la Copa del Mundo de Sudáfrica, donde los irreverentes anfitriones le plantaron cerco a la cabaña tricolor en el período complementario.
Los discípulos del Vasco Aguirre salieron al césped del Soccer City de Johannesburgo empeñados en desmentir la creencia de que la sede nunca pierde en los choques de apertura, y en los primeros compases pareció que se tragarían de un bocado a la escuadra de Carlos Alberto Parreira.
Muy temprano, la mejor figura del duelo, el jovencito Gio Dos Santos, estuvo a un pelín de desnivelar el marcador. No lo logró, pero enseguida quedó claro que el Tri era netamente superior en trato de balón, disposición táctica y capacidad individual. (Michel Contreras)
Las ocasiones mexicanas se sucedieron a la par que Guillermo Franco ganaba los centros por alto, Dos Santos sembraba el terror a golpes de talento, y Paul Aguilar hacía una autopista sin peaje por el carril derecho.
Los locales, en tanto, enseñaban poco más que ganas, y le apostaban todo a su solitario argumento ofensivo, el contragolpe, que ejecutaron de modo impreciso en varios lances.
Sin embargo, a medida que sus adversarios desperdiciaban oportunidades insultantes, la inicial timidez de los Bafana Bafana se diluyó, el equipo soltó lastre y, cerca de la mitad del desafío, comenzaron a sucederse unos ataques que pusieron en tela de juicio la inesperada titularidad del arquero Óscar Pérez.
(Por cierto, Aguirre sorprendió a propios y ajenos con su decisión de alinear al Conejo Pérez en perjuicio de Guillermo Ochoa, y tampoco pareció muy atinada la ausencia en la formación abridora del volante Andrés Guardado).
La segunda parte fue el reverso de su predecesora. Los aztecas bajaron el ritmo, y un zurdazo cruzado de Siphiwe Tshabalala —gran sprint, impecable patada- los sacó de la modorra en el ’55.
El golpe causó estragos en las filas de México, cuyo bajón moral y físico se tradujo en reiteradas pérdidas de la pelota. Y aun la situación pudo ir a peores si el uzbeko Ravshan Irmatov hubiera sancionado el flagrante penal cometido sobre Teko Modise cuando éste se infiltraba en el área, presto a dictar sentencia.
Así las cosas, amenazado por el peso del caos, el técnico apeló a los revulsivos lógicos —Guardado, Cuauhtémoc Blanco y Chicharito Hernández-, y en el ’79 apareció el empate de la mano del Kaiser Rafa Márquez, que aprovechó un dislate defensivo y fusiló con envidiable sangre fría a Itumeleng Khune.
Se suponía que, por fin, los hombres del Vasco habían encontrado los caminos del triunfo. Pero cuando las piernas no acompañan, no se puede, y los últimos minutos atestiguaron el calvario de un grupo de futbolistas incapaces de soportar los piques de unos sudafricanos todavía veloces y animosos.
Una y otra vez, los balonazos locales llegaron a las botas de sus atacantes, quienes —una y otra vez- desbordaban a sus marcadores. Y fue entonces que, al borde del pitazo terminante, la Virgen se arrimó al poste derecho de la meta de Óscar Pérez, para empujar afuera un tiro de Katlego Emphela que habría provocado la primera sorpresa del Mundial.
El resultado dejó tambaleante la ilusión mexicana de jugar un quinto match en el torneo, y desató las críticas en torno a los inesperados "movimientos" de Javier Aguirre, que seguramente introducirá variantes para el choque del venidero jueves contra Francia, donde tal vez el Tri no vuelva a recibir los favores de su venerada patrona.
REYES EN HORAS BAJAS
Dos escuadras que han sido campeonas del mundo, Francia y Uruguay, se liaron después en un soso partido que confirmó el criterio generalizado: ninguna de las dos selecciones luce apta para reeditar sus momentos la gloria.
Les Bleus de Raymond Domenech comenzaron presionando bien arriba, y ese diseño casi les da frutos prematuros en una internada de Franck Ribery que no alcanzó a ser finiquitada por Sidney Govou.
Mas Uruguay dijo que estaba viva al poco rato mediante un remate de Diego Forlán que implicó la parada de puños de Hugo Lloris, y la fanaticada aventuró la posibilidad de un duelo de ida y vuelta.
Nada más alejado de lo cierto. A partir de ese instante, dio la impresión de que los dos equipos se respetaban demasiado, el encuentro se trabó en la media cancha, y el balón describió una agobiante travesía sin brújula por el espléndido Green Point, estadio de Ciudad del Cabo.
El problema es que era una batalla acéfala. Del lado charrúa, Ignacio González apenas intimó con la pelota, de ahí que Luis Suárez y Forlán debieron trabajar "horas extras" ante la falta de una conexión idónea con la medular. Y del otro, los que podían marcar la diferencia andaban con la mira descarriada: así, Ribery fue una sombra de su sombra, y el llamado "pequeño Zidane", Yoann Gourcuff, nunca entendió que el arco estaba frente a él, no a los costados.
A falta de unos veinte minutos de contienda, la entrada de Thierry Henry y el incisivo Florent Malouda aportó mordiente a la ofensiva gala, y la posterior expulsión de Nicolás Lodeiro hizo pensar en el naufragio de la nave sudamericana, cuyos tripulantes fueron embotellados en su área. Pero nada ocurrió.
Próximo a los 94 minutos de sopor, el silbatazo del japonés Yuichi Nishimura puso fin al patético trámite, y los dos ex campeones del orbe intercambiaron camisetas entre cansinas y deprimidas palmaditas.
SUDÁFRICA-MÉXICO Evaluación del partido: 3 (de 5). Mejor jugador: Giovani Dos Santos (México). Sudáfrica: Khune, Gaxa, Mokoena, Tshabalala, Mphela, Pienaar (m.85, Parker), Modise, Letsholonyane, Dikgacoi, Thwala (m.46, Masilela) y Khumalo. México: Pérez, Márquez, Rodríguez, Osorio, Salcido, Juárez, Aguilar (m.52, Guardado), Torrado, Dos Santos, Franco (m.73, Hernández) y Vela (m.67, Blanco). Goles: 1-0 (m.55: Siphiwe Tshabalala). 1-1 (m.79: Rafael Márquez). Árbitro: Ravshan Irmatov (Uzbekistán). Amarillas: Dikgacoi (m.27), Masilela (m.70) y Juárez (m.18). Expulsiones: No hubo |
URUGUAY-FRANCIA Evaluación del partido: 2 (de 5). Mejor Jugador: Patrice Evra (Francia). Uruguay: Muslera, Lugano, Godín, Victorino, Pereira, Pérez (m.87, Eguren), Arévalo, González (m.63, Lodeiro), Pereira, Suárez (m.73, Abreu) y Forlán. Francia: Lloris, Sagna, Abidal, Gallas, Evra, Gourcuff (m.75, Malouda), Toulalan, Diaby, Govou (m.85, Gignac), Anelka (m.71, Henry) y Ribery. Goles: No hubo. Árbitro: Yuichi Nishimura (Japón). Amarillas: Victorino (m.58), Lodeiro (min.65), Evra (m.11), Ribery (m.19) y Toulalan (m.68). Expulsiones: Lodeiro (m.82). |
PRÓXIMOS ENCUENTROS DEL GRUPO A
16 de junio (2:30 pm ET): Sudáfrica-Uruguay
17 de junio (2:30 pm ET): México-Francia